viernes, 29 de enero de 2010

Global Metal


Considerado como la segunda parte de Metal: A headbanger’s journey, pero este es un trabajo que tiene lo suficiente como para sostenerse por sí mismo. Si la pregunta en el anterior documental de Sam Dunn y Scott McFayden era acerca de cómo un género tan despreciado y atacado como el Metal tiene tan fervientes seguidores, aquí el planteamiento es: ¿qué significado tiene en países con trasfondos políticos, religiosos y culturales tan distintos entre sí? ¿Cuál es el rol del Metal en el proceso de la Globalización? ¿Cómo un género que recibe tan poca o nula difusión en los medios, florece con la misma intensidad en tan apartadas regiones?


Para tratar de responderlo, Dunn explora diferentes escenas en países tan diferentes como distantes. Así su viaje lo lleva a su primera parada: Brasil, donde la caída del régimen dictatorial en 1985 propició la apertura de mente suficiente para la llegada del primer festival de Rock in Rio con figuras como Ozzy Osbourne, Scorpions o Iron Maiden. De ahí, el viaje nos lleva a Japón, India, China, Indonesia, Israel y Emiratos Arabes Unidos. El viaje nos lleva a países con tradiciones culturales antiquísimas y milenarias. A lugares en los que el gobierno aún mantiene un férreo control sobre lo que se considera que es lo que se debe ser visto (o escuchado) y lo que consideran como inapropiado y con las suficientes restricciones como pasar una noche en prisión por el solo hecho de llevar el cabello largo y usar playeras de bandas como Slayer. Países con diferencias económicas tan marcadas como diferentes entre sí y donde las injusticias sociales son tales que el Metal representa la salida, el escape para poblaciones tan golpeadas y olvidadas por sus mismas autoridades. Es así como el Metal se convierte en una forma de liberar tensiones y el enojo contenido debido a la constante opresión en la que se vive.


Al igual que en su anterior documental, Dunn encuentra aspectos del Metal que no puede defender, como ataques contenidos en las letras de las canciones de algunas bandas que llevan consigo mensajes antirreligiosos o abiertamente racistas en países en los que conviven más de una religión completamente distinta.


Además de conocer la escena metalera en estos países, Dunn se entrevista con personalidades del medio como Lars Ulrich, Max Cavalera o Tom Araya quienes comparten sus experiencias de lo que ha significado para ellos el tocar en lugares tan distintos a Estados Unidos o Europa, pero la mejor parte viene al final, con un acontecimiento que significa la confirmación del Metal como un fenómeno global y que une a personas de lugares tan distantes entre sí… pero a fin de cuentas ¿qué es lo que hace al Metal un fenómeno de tales características? Bueno, tal y como dice el Maestro Bruce Dickinson: “kids are kids”. Imperdible, te guste o no el Metal.

Global Metal
Dirección: Sam Dunn, Scot McFayden
Producción: Sam Dunn
Canadá, 2008
93 mins.

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