Cerati

Estoy convencido de que todos los que somos melómanos tenemos nuestro soundtrack personal de vida; canciones que han estado presentes en algunos momentos o aspectos de nuestras vidas y que inevitablemente permanecen en nuestros recuerdos. Algunas llegan para quedarse mientras que otras son parte de un tiempo y lugar específicos y las terminamos "dejando en el camino". Para los que tuvimos la fortuna de crecer en los 1980's esto adquiere especial relevancia ya que se trató de una década especialmente prolífica en la industria de la música, con buenas propuestas y exponentes.

Por ejemplo, recuerdo que tenía un viejo cassette de la banda argentina Soda Stereo en el que se encontraba la canción de Persiana Americana, misma que me gustaba escuchar una y otra vez. Posteriormente fui descubriendo otras canciones de la banda como En la Ciudad de la Furia, Cuando Pase el Temblor o De Música Ligera que si bien fui también dejando en el camino, se tratan de canciones que inevitablemente comenzaba a tararear o a seguir el ritmo cuando las escuchaba en algún bar o antro o discoteca o en donde sea (y creo que a muchos nos sucede lo mismo).

Nunca fui fan de la banda y actualmente solo tengo un grandes éxitos guardado por ahí, de la misma manera de la carrera solista de Gustavo Cerati rescato algunas de sus canciones como Pulsar (confieso que no he escuchado toda su carrera en solitario) así como también algo de su proyecto de música electrónica Roken.

Posteriormente, al saber de su estado de coma y al ir pasando el tiempo, me resultaba cada vez más evidente que el músico no se recuperaría y que el final era inevitable. Pero una cosa es saberlo y otra cuando realmente sucede, por lo que su partida se ha resentido de forma abrumadora. Cierto es que Cerati me había dejado de interesar musicalmente desde hacía un buen tiempo, pero lo que es un hecho es que forma parte fundamental de mi soundtrack personal de vida.