"Te voy a llevar donde el aire es rareza y la vista la mayor grandeza"
Es el verano de 1973 y Devin Jones se encuentra de vacaciones de sus estudios universitarios y con el corazón roto por lo que decide entrar a trabajar temporalmente a Joyland, un parque de diversiones en cuya Casa Embrujada fue asesinada una joven años atrás y que, de acuerdo a la adivinadora del parque, su fantasma aun ronda por ahí.
Durante el transcurso de ese verano, Devin se hará de grandes amigos entre sus compañeros de trabajo pero además conocerá a Annie y a su hijo enfermo Mike quienes se encuentran de vacaciones en una playa cercana y quienes harán de ese verano en Joyland una experiencia inolvidable para el protagonista.
Una de las más recientes novelas de Stephen King nos muestra un relato nostálgico ya que es narrado en primera persona por el protagonista ahora en su vejez haciendo un recuento de aquel lejano verano en Joyland cuando persiguió a un fantasma y conoció a un niño con percepción extrasensorial (imposible no acordarse de El Resplandor). Lo cierto es que dista de ser de lo mejor que ha escrito King ya que en apenas 300 páginas intenta ser demasiadas cosas a la vez: historia de terror, policíaca, homenaje a los viejos parques de diversiones (antes de la parafernalia "disneyana") o un relato acerca de crecer y madurar.
Asimismo, la resolución peca de recurrir a lugares comunes pero es la experiencia del autor la que salva a esta novela dejando un detalle realmente conmovedor para el final que hace valga la pena sumergirse en las páginas de "Joyland". Ojo también a las lecciones de vida contenidas a lo largo de la historia.
Título Original: Joyland
Autor: Stephen King
País: Estados Unidos
Año: 2013
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