jueves, 7 de febrero de 2013

El Hobbit: Un Viaje Inesperado


Bilbo Baggins, habitante de La Comarca gusta de llevar una vida más bien tranquila. No busca grandes aventuras ni emociones fuertes y prefiere la comodidad del hogar así como la seguridad de lo cotidiano. Pero un día recibe la inesperada visita del poderoso mago Gandalf acompañado por trece enanos y una misión: recuperar su reino y su tesoro que les fue arrebatado por el dragón Samug (en una estupenda escena en la que atestiguamos su poder pero sin llegar a verlo realmente). Los enanos reclutan a Bilbo por recomendación de Gandalf ya que necesitaban de sus habilidades como ladrón y es así como, después de diez años de ausencia, regresamos a la Tierra Media nuevamente de la mano del director Peter Jackson.

Fue precisamente Jackson quien tuvo la valentía de escribir, producir y dirigir la adaptación cinematográfica de los libros de J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos dando como resultado una de la producciones del género de aventuras más veneradas y que recaudó un palmarés impresionante de premios alrededor del mundo y que le otorgaron a todos los involucrados (director, guionistas, actores, maquillistas, técnicos de sonido, de efectos especiales, etc.) un prestigio en la industria tal que a la fecha, chamba no les falta.


Aunque para quien esto firma es la tercera parte, El Regreso del Rey (2003) la que desmerece un poco en comparación con sus ilustres predecesoras. Y no es que sea mala, todo lo contrario, pero en esta cinta en particular Jackson se regodea en ciertas escenas y situaciones, alargándolas innecesariamente y de manera casi agónica. Mismas características se hicieron presentes en su siguiente cinta, su versión particular del mito cinematográfico King Kong (2005) a la que le sobran fácilmente unos 45 minutos de metraje, por decir lo menos lo que la convierte en una cinta algo difícil de ver.


Para su siguiente cinta Desde Mi Cielo (2009, adaptación de la estupenda novela homónima de Alice Sebold), Jackson deja a un lado la historia de una familia tocada por la tragedia y se empeña en restregarnos los maravillosos efectos especiales de su compañía productora repitiendo los mismos defectos ya mencionados.



Con esos antecedentes, después llegó la noticia de que El Hobbit se iba a lanzar también como trilogía (siendo que libro en que se basa es más corto que cualquier tomo que compone la historia de El Señor de los Anillos), cosa que me hizo temer lo peor.

Una vez habiendo visto El Hobbit: Un Viaje Inesperado, resulta que nos encontramos con una correcta cinta de aventuras en la que Jackson recupera la magia de la Tierra Media en su totalidad y tal vez ése sea el mayor mérito de la cinta: lograr transportarnos nuevamente a un lugar habitado por orcos, enanos y elfos. Estamos de regreso en el Universo creado por Tolkien.


Así mismo, nos encontramos con viejos conocidos: Gandalf, Saruman, Galadriel y Elrond en una misma escena y con actores de primer nivel (Ian Mckellen, Christopher Lee, Cate Blanchett y Hugo Weaving respectivamente). Pero mención aparte merece Andy Serkis, quien logra recuperar en su totalidad al personaje de Gollum para la extraordinaria escena del juego  de los acertijos con Bilbo y que supone la mejor escena de la peli.


Lamentablemente, dicha secuencia se ve constantemente interrumpida por el largo y repetitivo escape de los enanos del interior de las Montañas Nebulosas, lo que pone de manifiesto mi percepción hacia las recientes cintas del director. Así como largas e innecesarias son las escenas de Azog, el Rey de los orcos de Moria que en los libros se menciona “de pasada” y aquí se convierte en personaje primordial ante la obvia necesidad de hacer tiempo para completar una trilogía que se está metiendo con calzador. Las personalidades de los enanos se encuentran diluidas a excepción de Thorin quien es el jefe de la compañía y más obsesionado con su venganza personal contra Azog que en recuperar su reino.


Pero lo que pesa más en El Hobbit es la larga e imponente sombra de El Señor de los Anillos ya que la ambición de una no logra compararse con otra. En “El Señor…” el enemigo a vencer es Sauron, El Señor Oscuro y enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media, en tanto que en El Hobbit la amenaza proviene del dragón Smaug y se cierne únicamente en el pueblo de los enanos. No hay la misma urgencia en una aventura que en la otra, además de que la finalidad en El Hobbit es más bien avariciosa (siendo esta la naturaleza de los enanos) y no queda claro además el interés de Gandalf, el segundo mago más poderoso en toda la Tierra Media, en ayudar a los enanos.


Como había señalado, una correcta cinta de aventuras que vale la pena ver pero, con la historia principal ya contada, queda la sensación de que nos estamos comiendo la botana después del plato fuerte.


Título Original: The Hobbit: An Unexpected Journey
Director: Peter Jackson
País(es): Nueva Zelanda, Estados Unidos
Reparto: Ian McKellen, Martin Freeman, Richard Armitage, Andy Serkis

2 comentarios:

Anónimo dijo...

:O

Entonces si está buena, a mi no me llama mucho la atención pero tal vez después de leer las buenas críticas la vea uno de estos días

Saludos!

Ingeniero dijo...

Pos si está buena, pero mejor procura leer el libro antes para un mejor disfrute, digo si tienes tiempo por aquello de los libros de termodinámica...

Saludos!

Ian McEwan - Expiación

"Sabía lo que exigían de ella. No una simple carta, sino una nueva crónica, una expiación, y estaba preparada para redactarla."...