jueves, 28 de febrero de 2013

El Sorprendente Hombre Araña


El año pasado se estrenó la más reciente visión cinematográfica del superhéroe de Marvel El Hombre Araña. Un estreno que estuvo acompañado por el fantasma de las cintas que del personaje realizara el director Sam Raimi, tituladas así mismo El Hombre Araña. Cintas consistentes hasta que una deplorable tercera parte estuvo a punto de echar por tierra lo que el mismo Raimi había construido tan bien en sus dos cintas anteriores por lo que Columbia Pictures optó por un renacimiento en la pantalla grande del arácnido.

Y ése es precisamente el problema con este nuevo Hombre Araña, las versiones de Raimi supuestamente eran la versión cinematográfica definitiva del personaje en las que se narró de forma acertada y bastante fiel al comic el origen del héroe y su entorno y ahora, diez años después se lanza una cinta en la se nos cuenta, otra vez, cómo es que el adolescente Peter Parker se transforma en el famoso trepa-muros por lo que inevitablemente comienzan las odiosas comparaciones.

Sobre todo si consideramos que en las cintas anteriores (hasta que llegamos a la tercera) los personajes estaban bien delineados y evolucionan de forma natural, especialmente la relación entre Peter Parker (Tobey Maguire) y Harry Osborn (el siempre correcto James Franco) quienes pasan de ser grandes amigos a antagonistas. En la cinta que nos ocupa parece que los personajes no aprenden algo y que se conforman con seguir siendo. Y no es que Maguire halla sido un Peter Parker excepcionalmente bueno, de hecho en ocasiones llegaba a ser irritante pero al menos supo proveer de una personalidad al personaje, para bien o para mal nuestro subconsciente ya lo había identificado de manera concreta.


Y no es que Andrew Garfield, el Parker actual, sea un mal actor, de hecho me parece bastante competente (se avienta buenas actuaciones en La Red Social y en Never Let Me Go) pero, de nuevo, no tiene una personalidad definida. Es un nerd, un skater (un patineto pues), un científico, un rebelde, un emo, todo a la vez, fallo atribuible al director o guionistas que no le supieron dar un tratamiento adecuado a su personaje. Por otro lado tenemos la figura del Lagarto (o Lizard, interpretado por Rhys Ifans) como el "malo", personaje al que sólo se le había hecho un guiño en las cintas anteriores y que aquí no está del todo mal enfocado, lo malo es que cuando sale en todo su esplendor resulta que es un efecto CGI, por lo que no resulta tan amenazador como debería.


Pero no todo está perdido ya que la cinta presenta dos aciertos: el primero de ellos se da durante la primera aparición del Hombre Araña como tal en la que Garfield recupera toda la esencia y humor "comiquero" del personaje (haciendo bromas mientras se enfrenta a un rufián, les digo que no es tan mal actor). El otro acierto: Emma Stone en el papel de Gwen Stacy, el primer amor de Peter Parker. Además de bella me parece buena actriz, "su Gwen" es superior a la Mary Jane de Kirsten Dunst.


El Asombroso Hombre Araña se gesto cuando Sony Pictures cortó toda relación con el director Sam Raimi para un posible cuarta parte de la serie y, según cuentan los rumores, se tenía que realizar y estrenar una nueva película para no perder los derechos sobre el personaje. Si algo de eso es cierto, entonces ¿porque no hacer una cinta que no necesariamente tenga continuidad con las anteriores? ¿era realmente necesario contar los orígenes del personaje otra vez? ¿porque mejor no adaptar al cine algunas de sus grandes historias como "La Última Cacería de Kraven" sin tanto rollo? Total.


Título Original: The Amazing Spider-Man
Director: Marc Webb
País: Estados Unidos
Reparto: Andrew Garfield, Emma Stone, Rhys Ifans

domingo, 24 de febrero de 2013

Stieg Larsson - La Reina En El Palacio de Las Corrientes de Aire. Millenium III


"Al fin y al cabo, esta historia no va de espías y sectas estatales, sino de la violencia que se comete habitualmente contra las mujeres y de los hombres que la hacen posible."


Tercera parte de la trilogía Millenium publicada de manera póstuma y la conclusión de la historia que inició en Millenium 2 (la primer novela es una historia contenida en un sólo libro), en la que su autor Stieg Larsson repite los errores que en la anterior entrega: múltiples personajes que se van sumando a la historia y a los que hay que explicarles de qué va el caso, sub tramas innecesarias (particularmente la de la editora de Millenium, Erika Berger y sus desventuras como editora en jefe en un periódico sueco), pero quizás el fallo más grande de Larsson es presentar a "buenos" y "malos" en un contrastante blanco y negro sin apenas tonalidad para los grises. En ese aspecto hubiera venido muy bien para la historia un personaje con cierto grado de ambigüedad en sus motivos y del cual no saber exactamente qué esperar.

Y al igual que en sus anteriores novelas, Larsson denuncia la violencia de género con que día con día se enfrentan las mujeres que pretenden sobresalir profesionalmente o, simplemente hacer su trabajo. Pero en ese sentido creo que Larsson comete el error de ser demasiado enfático ya que presenta algunos hombres como muy malos y torpes mientras que todos los personajes femeninos son buenos e inteligentes y no es que esté en contra de lo expuesto, sino que (de nuevo) un poco de ambigüedad no vendría mal sobre todo tratándose de una novela primordialmente policíaca.

Los abusos del poder dentro de las instituciones gubernamentales nuevamente se hacen presentes, lo cual es curioso en una novela que basa buena parte de su tesis en "darle una oportunidad al sistema", cosa en la que su protagonista, Lisbeth Salander se muestra renuente. 


Situaciones alargadas y algunas innecesarias pero a pesar de sus evidentes errores, la trilogía Millenium es un éxito literario a nivel internacional, seguramente debido a que Larsson era un escritor de un talento excepcional. Sus libros se leen con rapidez y se vuelven sorprendente amenos. Se dice que Larsson pretendía escribir 10 tomos de las aventuras de Salander y Mikael Blomkvist y se encontraba trabajando en el cuarto cuando la muerte lo sorprendió, así que seguramente pronto saldrá a la luz dicho manuscrito completado por sus editores. Novelas recomendables para los amantes del género policíaco. La sinopsis no la pongo porque está íntimamente ligada con el final del tomo anterior.

Título Original: Luftslottet Som Sprängdes
Autor: Stieg Larsson
País: Suecia

jueves, 21 de febrero de 2013

Héroes Caídos

La noticia de la acusación de homicidio de Oscar Pistorius, el atleta paralímpico que se ganó la admiración de miles de personas al competir  contra otros atletas sin discapacidad física en los pasados Juegos Olímpicos y que presuntamente liquidó a tiros a su novia, no es sino el más reciente en una cadena de sucesos lamentables que han envuelto al mundo de los deportes en el transcurso del último año.


Nombres como el de Pistorius o Lance Armstrong junto con otros que no tuvieron tanta repercusión a nivel internacional, pero igual o más lamentables como el de Jovan Belcher (jugador de los Jefes de Kansas City de la NFL que también mató a su novia para posteriormente dirigirse al campo de prácticas del equipo y volarse la tapa de los sesos frente a su entrenador) han dado y bastante de qué hablar en las últimas semanas.

Pero como si eso no fuera suficiente, hace un par de semanas Bill Simmons, analista de ESPN publicó un incendiario artículo en el que pone en entredicho la reputación de varios profesionales del deporte. Simmons cuestiona el hecho de que figuras como Ray Lewis (defensa de los Cuervos de Baltimore, ganadores de la más reciente edición del Super Bowl) o (agárrense) Juan Manuel Márquez se encuentren rindiendo al máximo de sus capacidades físico-atléticas en los albores de sus 30's y en deportes tan castigadores para el cuerpo como lo son el boxeo o el fútbol americano. Máxime que Lewis sufrió una fuerte lesión durante la temporada y se recuperó de la misma "milagrosamente".


Simmons además cuestiona los flexibles métodos de control de dopaje de las ligas más importantes del deporte profesional en los USA como son la citada NFL, la NBA y la MLB en pos un negocio que genera carretonadas de dinero hacia el interior de las poderosas cadenas televisivas de ese país.

De haber un atisbo de verdad en las declaraciones del periodista (y al que razones no le faltan) y mientras sigan presentándose casos como el de Pistorius, la imagen de los deportistas seguirá sufriendo duros reveses en un mundo en el que las figuras deportivas son como los héroes de nuestros tiempos. Lo cual es preocupante en una sociedad que presenta mayores problemas de obesidad y sobrepeso y que lucha por su erradicación.

martes, 19 de febrero de 2013

Django Sin Cadenas


El Dr. King Schultz es un cazarecompensas que está tras la pista de los asesinos hermanos Brittle, un par de años antes de la Guerra Civil Norteamericana. Durante sus andanzas libera al esclavo conocido como Django con la promesa de liberarlo una vez que le ayuda a localizar a los asesinos, pero Django tiene sus propios planes: encontrar y rescatar a Broomhilda, la esposa que perdió en el mercado de esclavos años atrás...


En el mundo del cine suele decirse que una película ha envejecido de mala manera cuando su discurso, su estética y su propuesta no superan la prueba del tiempo, obras que marcaron una época pero que de estrenarse al día de hoy quizás no impactarían de la misma manera (también ocurre en ocasiones a la inversa, cintas infravaloradas en su momento que en el mercado doméstico han alcanzado el estatus de culto, pero ése es otro tema).

Éste fenómeno es el que he podido apreciar en las películas del director Quentin Tarantino, revisando hace poco lo que muchos consideran es su obra cumbre Pulp Fiction (que en México pasó a llamarse Tiempos Violentos... no se porqué) puedo constatar que la frescura e innovación de la que tanto se habló de la cinta en su tiempo ahora luce acartonada. Sus imágenes y secuencias ya no impresionan como en su día y lo mismo es aplicable a otras de sus cintas como Perros de Reserva (1992) o, incluso, Kill Bill (de 2003. Es mi percepción, no todo mundo estará de acuerdo).


Sin embargo y a pesar de lo anterior, se trataba de un cineasta desafiante que en su tiempo rompió estereotipos con su narrativa poco convencional de forma no lineal, haciendo malabares con los tiempos y sus personajes. Sus cintas eran desafiantes y con sus propias reglas. Lo divertido con Tarantino no se trataba de lo que contaba, sino la manera de hacerlo.

Son justamente estas características las que se encuentran ausentes en Django Sin Cadenas. Pero no es sólo eso lo decepcionante. Lo decepcionante es que es una cinta más del montón, si no me dicen que se trata de una cinta de Quentin Tarantino no me daría cuenta. El guión es demasiado convencional para una cinta que se extiende por más de 160 minutos (y creo que hasta está nominado al Oscar, aunque eso no significa mucho) y cuando parece que hemos llegado al momento culminante, resulta que todavía queda más de media hora de película aunque ya sabe uno como va a terminar pero para entonces ya me daba igual.


Y en gran parte, el responsable de esa indiferencia al final es el mismo Django encarnado por un Jamie Foxx insípido y poco inspirado y sobrepasado por mucho por sus co-protagonistas Leonardo DiCaprio (en una de sus mejores interpretaciones a la fecha) y el alemán Christoph Waltz (otra vez brillando en una cinta de Q. T.) pero para colmo, Tarantino decide prescindir de ellos en la misma secuencia.


Total que aún en su cinta anterior, Bastardos Sin Gloria (2009), Tarantino mostró alguna que otra secuencia memorable pero aquí luce poco inspirado, a excepción de un interesante inicio pero progresivamente la cinta va perdiendo fuelle. Pero a fin de cuentas él es un director de películas mundialmente famoso y yo sólo un espectador así que no soy quien para decirle al maestro que ha perdido el rumbo.


Título Original: Django Unchained
Director: Quentin Tarantino
País: Estados Unidos
Reparto: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio

sábado, 16 de febrero de 2013

Flash Gordon


Aburrido de su día a día, Ming emperador del lejano reino de Mongo lanza una de sus lunas para que choque con la Tierra y así ocasionar varias catástrofes sobre el planeta. El doctor Hans Zarkov, científico expulsado de la NASA, Flash Gordon, quarterback de los Jets de Nueva York y Dale Arden pronto se encuentran en dicho reino y ante la presencia del emperador que resulta ser un tirano que tiene subyugado a su reino con las diferentes especies que lo habitan incluyendo a los Hombres Halcón y a la gente del pueblo de los árboles.




Sólo Flash Gordon tendrá la fuerza y el liderazgo que se requieren para unificar a los pueblos de Mongo en contra del tirano al mismo tiempo que se liga a Dale y a la hija de Ming, Aura. Todo eso en unas cuantas horas. No cualquiera.

Flash Gordon es una cinta que se estrenó en 1980 y que pude ver en los cines siendo un niño y ya en ese entonces recuerdo que lo que más me impresionó fue la extraordinaria música que Queen se marcó para la ocasión, sobre todo el épico tema de Football Fight.




Viendo de nuevo esta cinta después de muchos años de no hacerlo confirmo lo que en su momento había percibido: (d)efectos especiales paupérrimos (aun para la época) y diálogos y trama bochornosos ("Flash, te quiero, pero sólo tenemos catorce horas para salvar la Tierra") lo que resultaron en un tremendo fracaso comercial y de crítica. Pero siendo honestos, es imposible no emocionarse con el ataque de los Hombres Halcón a la sala del trono de Ming con la ya referida música de Queen de fondo. Si no les tocó vivir la época, ni lo intenten.



También es digna de mención Ornella Mutti, toda una belleza en ese tiempo, en el papel de Aura.



Título Original: Flash Gordon
Director: Mike Hodges
País(es): Estados Unidos, Gran Bretaña
Reparto: Sam Jones, Melody Anderson, Chaim Topol, Max Von Sydow, Ornella Mutti, Timothy Dalton

martes, 12 de febrero de 2013

Assassin's Creed al Cine


Uno de los proyectos que está generando gran interés en la industria del entretenimiento es la adaptación cinematográfica del videojuego Assassin's Creed ya que se ha anunciado que será protagonizada nada menos que por Michael Fassbender, uno de los más interesantes y cotizados intérpretes de la actualidad (de hecho, su actuación es lo único que vale la pena de Prometheus), además de que ya se ha contratado un guionista para realizar la traslación a la gran pantalla.


Para los que no lo sepan, Assassin's Creed es una serie de videojuegos de aventura histórica bien efectiva: la primera parte se desarrolla durante la época de las Cruzadas en ciudades como Jerusalén o Damasco. La segunda, en la Italia Renacentista concretamente en Florencia. Y dicen que la tercera (porque aun no la he jugado) durante la Independencia Norteamericana.

Lo que más me ha gustado de estos videojuegos es que, a diferencia de otros, aquí la historia que se va desarrollando a lo largo de los mismos juega un papel preponderante, llena de conspiraciones e intrigas basadas en hechos históricos en donde los Asesinos actúan en las sombras y de manera infiltrada en las ciudades donde se desarrolla la acción.


Y son éstas características las que lo vuelven un juego tan atractivo: la dificultad que representa convertirse en un rostro anónimo entre las multitudes para poder llegar a los objetivos. Detener conspiraciones mediante el asesinato de personajes clave o robar documentos con la mayor discreción posible en medio de una multitud conlleva su grado de dificultad, especialmente si te sale un pordiosero obligándote a abortar la misión, por lo que hay que ser muy cuidadoso con el entorno.

Lo malo es que para entrar a estas turbulentas y distantes épocas, hay que partir de otras instancias narrativas: la historia se inicia con Desmond Miles quien se encuentra encerrado en las industrias Astergo en la época actual. Miles tiene que usar un dispositivo que le permite sincronizarse con las memorias de sus antepasados y acceder a las instancias descritas.


Ese detalle tipo Matrix hace que desmerezca un poco el juego aunque poco hace para arruinar la experiencia de jugarlo. En resumidas cuentas, Assassin's Creed es como sumergirse en una película (o en varias) así que una cinta basada en el juego me parece algo innecesario. A veces es mejor dejar que las historias sean contadas en el medio para el que fueron creadas.

jueves, 7 de febrero de 2013

El Hobbit: Un Viaje Inesperado


Bilbo Baggins, habitante de La Comarca gusta de llevar una vida más bien tranquila. No busca grandes aventuras ni emociones fuertes y prefiere la comodidad del hogar así como la seguridad de lo cotidiano. Pero un día recibe la inesperada visita del poderoso mago Gandalf acompañado por trece enanos y una misión: recuperar su reino y su tesoro que les fue arrebatado por el dragón Samug (en una estupenda escena en la que atestiguamos su poder pero sin llegar a verlo realmente). Los enanos reclutan a Bilbo por recomendación de Gandalf ya que necesitaban de sus habilidades como ladrón y es así como, después de diez años de ausencia, regresamos a la Tierra Media nuevamente de la mano del director Peter Jackson.

Fue precisamente Jackson quien tuvo la valentía de escribir, producir y dirigir la adaptación cinematográfica de los libros de J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos dando como resultado una de la producciones del género de aventuras más veneradas y que recaudó un palmarés impresionante de premios alrededor del mundo y que le otorgaron a todos los involucrados (director, guionistas, actores, maquillistas, técnicos de sonido, de efectos especiales, etc.) un prestigio en la industria tal que a la fecha, chamba no les falta.


Aunque para quien esto firma es la tercera parte, El Regreso del Rey (2003) la que desmerece un poco en comparación con sus ilustres predecesoras. Y no es que sea mala, todo lo contrario, pero en esta cinta en particular Jackson se regodea en ciertas escenas y situaciones, alargándolas innecesariamente y de manera casi agónica. Mismas características se hicieron presentes en su siguiente cinta, su versión particular del mito cinematográfico King Kong (2005) a la que le sobran fácilmente unos 45 minutos de metraje, por decir lo menos lo que la convierte en una cinta algo difícil de ver.


Para su siguiente cinta Desde Mi Cielo (2009, adaptación de la estupenda novela homónima de Alice Sebold), Jackson deja a un lado la historia de una familia tocada por la tragedia y se empeña en restregarnos los maravillosos efectos especiales de su compañía productora repitiendo los mismos defectos ya mencionados.



Con esos antecedentes, después llegó la noticia de que El Hobbit se iba a lanzar también como trilogía (siendo que libro en que se basa es más corto que cualquier tomo que compone la historia de El Señor de los Anillos), cosa que me hizo temer lo peor.

Una vez habiendo visto El Hobbit: Un Viaje Inesperado, resulta que nos encontramos con una correcta cinta de aventuras en la que Jackson recupera la magia de la Tierra Media en su totalidad y tal vez ése sea el mayor mérito de la cinta: lograr transportarnos nuevamente a un lugar habitado por orcos, enanos y elfos. Estamos de regreso en el Universo creado por Tolkien.


Así mismo, nos encontramos con viejos conocidos: Gandalf, Saruman, Galadriel y Elrond en una misma escena y con actores de primer nivel (Ian Mckellen, Christopher Lee, Cate Blanchett y Hugo Weaving respectivamente). Pero mención aparte merece Andy Serkis, quien logra recuperar en su totalidad al personaje de Gollum para la extraordinaria escena del juego  de los acertijos con Bilbo y que supone la mejor escena de la peli.


Lamentablemente, dicha secuencia se ve constantemente interrumpida por el largo y repetitivo escape de los enanos del interior de las Montañas Nebulosas, lo que pone de manifiesto mi percepción hacia las recientes cintas del director. Así como largas e innecesarias son las escenas de Azog, el Rey de los orcos de Moria que en los libros se menciona “de pasada” y aquí se convierte en personaje primordial ante la obvia necesidad de hacer tiempo para completar una trilogía que se está metiendo con calzador. Las personalidades de los enanos se encuentran diluidas a excepción de Thorin quien es el jefe de la compañía y más obsesionado con su venganza personal contra Azog que en recuperar su reino.


Pero lo que pesa más en El Hobbit es la larga e imponente sombra de El Señor de los Anillos ya que la ambición de una no logra compararse con otra. En “El Señor…” el enemigo a vencer es Sauron, El Señor Oscuro y enemigo de los pueblos libres de la Tierra Media, en tanto que en El Hobbit la amenaza proviene del dragón Smaug y se cierne únicamente en el pueblo de los enanos. No hay la misma urgencia en una aventura que en la otra, además de que la finalidad en El Hobbit es más bien avariciosa (siendo esta la naturaleza de los enanos) y no queda claro además el interés de Gandalf, el segundo mago más poderoso en toda la Tierra Media, en ayudar a los enanos.


Como había señalado, una correcta cinta de aventuras que vale la pena ver pero, con la historia principal ya contada, queda la sensación de que nos estamos comiendo la botana después del plato fuerte.


Título Original: The Hobbit: An Unexpected Journey
Director: Peter Jackson
País(es): Nueva Zelanda, Estados Unidos
Reparto: Ian McKellen, Martin Freeman, Richard Armitage, Andy Serkis

Ian McEwan - Expiación

"Sabía lo que exigían de ella. No una simple carta, sino una nueva crónica, una expiación, y estaba preparada para redactarla."...