miércoles, 22 de abril de 2015

Hannibal: Capitulo 21


La presente entrada se refiere al libro que Thomas Harris escribiera de su célebre personaje Hannibal Lecter llamado así mismo Hannibal y que viene siendo la continuación de la aclamada El Silencio de los Corderos (o de los Inocentes, si se prefiere) y se centra en el capítulo 21 de mismo...

Lo peculiar de dicho capitulo en relación al resto de la novela consiste en que el autor hace momentáneamente de lado su papel como narrador omnisciente y se dirige directamente al lector en una complicidad única en la que Harris nos transporta hasta la bella Florencia (lugar de residencia de Lecter en esos momentos) y nos integra por completo al entorno:

“Nos rodean palacios erigidos hace seiscientos años por los príncipes mercaderes, hacedores de reyes y los conspiradores de la Florencia renacentista”

Es ahí donde podemos apreciar a “nuestro” protagonista en lo más cercano que podríamos considerar como su ambiente natural, la biblioteca del antiguo Palazzo Capponi en la cual ejerce las funciones de curador y bibliotecario bajo una identidad falsa, una vez que se ha deshecho de su predecesor.

Rodeado de antiguos manuscritos, cartas y documentos que datan del Siglo XIII, el Doctor se encuentra interpretando las Variaciones Goldberg de Bach en un viejo clavicordio durante una lluviosa noche de invierno mientras reflexiona acerca de cuál será su próximo movimiento. Durante esos instantes casi olvidamos por completo que este refinado conocedor de las Bellas Artes se trata en realidad de un peligroso asesino psicópata que tiene una especial predilección por la carne humana, pero es el propio autor quien se encarga de recordárnoslo:

“De hecho no existe un consenso en la comunidad psiquiátrica respecto a si el Doctor Lecter puede ser considerado un ser humano. Durante mucho tiempo, sus pares en la profesión le han atribuido una absoluta alteridad. Luego, por cumplir con las normas, le han colgado el sambenito de monstruo.”

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