Azteca (Gary Jennings, 1980) es un libro que he re-leído varias veces y que he disfrutado mucho en cada nueva ocasión. Aunque dudo que algún día se encuentre entre los más grandes de la Literatura Universal como Los Miserables de Víctor Hugo o Crimen y Castigo de Dostoievski para mi se trata de uno de mis favoritos desde la primera vez que lo leí hace ya algunos años.
La historia del mexica Mixtli (o Nube Oscura) desde su niñez hasta el ocaso de su vida durante la era de máximo esplendor del Imperio Azteca y su posterior caída durante la Conquista es una que me ha hecho pasar grandes momento literarios.
El mismo Jennings, hacia el final de su vida regresó al México de la Conquista con esta continuación de su gran obra titulada como Otoño Azteca. Aquí narra la historia del joven Tenamaxtli, un azteca originario de la mítica Aztlán quien jura venganza hacia los españoles que traen de bajada a los alguna vez orgullosos pobladores de las tierras recién conquistadas. Para ello prepara una insurrección reclutando aliados de todos los rincones posibles del otrora Único Mundo, aprendiendo acerca de las armas y estrategias de los soldados extranjeros para así derrotarlos y devolverles las tierras a los indígenas nativos. Organiza emboscadas y saquea las principales ciudades que han fundado los conquistadores mientras que, con su ejército se dirige hacia su principal objetivo: La Ciudad de México, flamante capital de la Nueva España.
En esta novela se encuentran varias de las características que como autor, le dieron forma al estilo de Jennings: episodios violentos gráficos y encuentros sexuales explícitos, habilidad narrativa excepcional y una documentación meticulosa de los lugares y épocas descritos, características que los lectores no encuentran únicamente en Azteca sino en otras de sus obras como El Viajero o Lentejuelas. Pero a la vez, y como ferviente admirador de Gary Jennings esta continuación me ha decepcionado en tanto que se echan mucho en falta las ricas descripciones de las costumbres de nuestros ilustres antepasados así como de sus deslumbrantes ciudades. Algo tendrá que ver que el contexto sea precisamente la época posterior al esplendor de aquellas antiguas culturas.
Pero además aquí da la impresión de que se trata de una novela hecha con prisas, con pasajes y resoluciones apresurados y por si fuera poco con un final abrupto que nos deja con una sensación fría y un dejo de decepción dando la impresión de que el autor quería terminar de una vez con la historia, enviarla a su editor y de ahí a la imprenta lo más pronto posible. Jennings murió en 1999, un par de años después de que se editara Otoño Azteca.
FRANCISCO TENAMAZTLE
A diferencia de Azteca, el protagonista de esta novela está basado en un personaje histórico: Francisco Tenamaztle, originario de Nochistlán, Zacatecas y que fue uno de los principales líderes de la insurrección que llevaron a cabo pueblos indígenas como los caxcanes y los zacatecos por el año de 1540. A ellos se les unieron otros pueblos de la región hasta formar una fuerza de 15 mil hombres aproximadamente, algo bastante considerable para la época.
Monumento a Tenamaztle en Nochistlán, Zacatecas
Pero la rebelión fue sofocada y Tenamaztle aprehendido y aunque fue rescatado por sus hombres para continuar peleando refugiado en los vericuetos de las regiones serranas, finalmente fue convencido para deponer las armas por la autoridad eclesiástica de aquel entonces. El caudillo fue trasladado hasta Sevilla donde fue juzgado por el Real Consejo de Indias y defendido por fray Bartolomé de las Casas. Del desenlace del proceso y del destino de Tenamaztle no hay documentos por lo que son desconocidos. La historia me pareció mejor que la ficción ya que el final de la novela difiere bastante de los hechos.
Título Original: Aztec Autumn
Autor: Gary Jennings
País: Estados Unidos
Año: 1997
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