Problemas legales de derechos del personaje, el fin de la Guerra Fría y desastres financieros, entre muchas otras cuestiones, lograron lo que ningún excéntrico y poderoso villano: herir de muerte a James Bond durante seis largos años, al grado de que la serie estuvo a punto de extinguirse. Pero una vez resueltas las argucias legales, ciertamente el mayor obstáculo residía aun en hallar un buen pretexto para resucitar al agente 007 que, habiendo sido concebido en el marco posterior a la Segunda Guerra Mundial y el posterior levantamiento del Bloque Oriental en Europa (es decir, la época dorada de los espías), no tenía cabida después de la caída del comunismo y del muro de Berlin.
El productor Albert Broccoli cedía el timón a su hija e hijastro (Barbara Broccoli y Michael G. Wilson) quienes a la fecha se mantienen a la cabeza de la maquinaria Bond. El nuevo equipo encontró en las tecnologías de información y en el desarrollo de armas de destrucción masiva un nuevo campo de acción para un Bond más acorde a los nuevo tiempos...
17. GOLDENEYE, EL REGRESO DEL 007 (GOLDENEYE, 1995)
Sinopsis
James Bond (Pierce Brosnan) va a la búsqueda de un helicóptero stealth que ha sido robado y está siendo usado para, a su vez, robar un arma que emite un pulso electromagnético que detendrá todas las máquinas en Londres. Bond contará con la ayuda de la programadora rusa Natalya Simonova (Izabella Scorupco), testigo y única sobreviviente del robo del arma. Pero lo que Bond no sabe es que se las tendrá que ver con un desertor del servicio secreto, el ex agente Alec Trevelyan (Sean Bean) y su secuaz Xenia Onatopp (Famke Janssen), la homicida de las piernotas mortales.
Opinión
Tras la irrupción de seis años, Bond estrenó rostro vía Pierce Brosnan. Pero eso solo fue el principio, ya que la nueva producción introdujo otros cambios a la franquicia: M (el jefe de Servicio Secreto) ahora es una mujer (Judi Dench), algo impensable cuando la serie iniciaba dejando en claro que el machismo que siempre acompañó al personaje quedaba atrás. El villano Trevelyan está a la altura del 007 tanto física como mentalmente y, además, por primera vez le cuestionan a Bond su lealtad a la Reina y si realmente cree que el Reino Unido representa a "los buenos" y de la legalidad de sus actos. Lamentablemente, este discurso no está bien desarrollado y solo se toca de manera muy superficial.
Aun así, Goldeneye está a la altura de las mejores cintas de la serie y su principal acierto es el hincapié que se hace en el mundo de Bond después de la caída del Bloque Oriental en Europa cuando los remanentes de la ex Unión Soviética aun se lamían sus heridas y comenzaba la lenta reconstrucción.Pero la principal duda residía en el comportamiento de Brosnan como protagonista. Creo que el irlandés inició con el pie derecho, representando un Bond frío y duro cuando así se requería, pero siendo cínico y seductor a ratos de acuerdo a la situación y de manera convincente. Los "peros" con Brosnan llegarían después.
18. EL MAÑANA NUNCA MUERE (TOMORROW NEVER DIES, 1997)
Sinopsis
El actorazo Jonathan Price da vida a Eliott Carver, un desquiciado magnate de los medios de comunicación que organiza conflictos con tal de desequilibrar al mundo y obtener las primicias para su particular cadena de televisión. Con la ayuda de la agente china Wai-Lin (Michelle Yeoh), James Bond intentará detenerlo al tiempo que se reencuentra con su antiguo amor Paris Carver (la esposa desesperada Teri Hatcher antes de que la cirugía plástica le dejara su rostro de Guasón), ahora convertida en la señora de Carver.
Opinión
El nuevo impulso que le había dado Goldeneye a la serie fue tal que dos años después, justo como en los viejos buenos tiempos, teníamos una nueva entrega. Y, aunque la premisa es un tanto ridícula, la acción está presente y al servicio de la historia. Wai-Lin es el primer personaje femenino en muchos años en ponerse a la par de Bond como una agente dura y astuta y, en algunas secuencias, va un paso adelante del agente.
El que me parece un tanto desaprovechado es el inglés Jonathan Pryce, uno de los mejor actores de la actualidad, como el magnate de los medios. Creo que el personaje no está a la altura del actor que lo interpreta.
Aun así, este detalle no es suficiente para desmerecer una buena cinta de James Bond. Con esta peli Pierce Brosnan se consagraría como el agente secreto 007 y quedaría, en la opinión de muchos, como el mejor Bond después del legendario Sean Connery. Opinión que no comparto.
19. EL MUNDO NO BASTA (THE WORLD IS NOT ENOUGH, 1999)
Sinopsis
Robert King, dueño de un emporio petrolero ha sido asesinado por el terrorista Renard (el escocés Robert Carlyle) y James Bond es enviado a custodiar a la heredera del negocio, la joven Elektra (Sophie Marceau). Pero como es su costumbre, el agente termina involucrándose con la chica en una historia en la que las cosas no son lo que parecen y en la que la venganza viene de quien menos se espera. Bond termina por unir esfuerzos con la científica Christmas Jones (la candente Denise Richards).
Opinión
Y comenzaron los problemas. La historia es inverosímil, aun para una cinta de James Bond, y a los personajes se les pretende dar un trasfondo psicológico innecesario y que entorpece el desarrollo de la trama. Carlyle gozaba de cierto prestigio en ese entonces por sus impactantes actuaciones en cintas como Trainspotting (para quien esto escribe, una de las mejores películas de todos los tiempos) y The Full Monty en su natal Escocia y aquí se le daba un papel de un sujeto traumatizado por una bala alojada en su cerebro que le impedía sentir dolor y acrecentaba su fuerza, pero que lo estaba matando inexorablemente.
Se suponía que Renard atravesaba por un dolor tanto físico como mental que lo convertía en un personaje lleno de matices y emociones, pero resulta ser llorón, mandilón y manipulable y su relación con Elektra es extraña, cosa que uno no acaba de creerse. Como tampoco me creo que la sexy Denise Richards, con sus hot pants y su mini top sea una científica especializada en artefactos nucleares, además de que su nombre (Christmas) da juego a una serie de chistes facilones a cargo de un arrogante Brosnan que comenzaba a abusar del personaje como le llegó a suceder en su momento a Roger Moore.
20. OTRO DÍA PARA MORIR (DIE ANOTHER DAY, 2002)
Sinopsis
En una misión fallida para evitar la venta clandestina de armamento a cargo del Coronel Moon (Will Yun Lee), James Bond es capturado y usado como moneda de cambio con el Servicio Secreto para liberar al terrorista llamado Zao (Rick Yune), socio de Moon. Una vez liberado, Bond comienza a seguir la pista del millonario Gustav Graves (Toby Stephens), quien acaba de poner en órbita un satélite que es capaz de dirigir la luz solar a cualquier lugar de la tierra en forma de rayos de alta intensidad. Bond descubrirá, además, que el millonario podría tener relaciones estrechas con el Coronel Moon. Acompaña a Bond en su misión la agente Jinx (la escultural Halle Berry).
Opinión
Los errores de la cinta anterior se confirman en esta nueva entrega: el argumento sobrepasa las dosis de fantasía que se espera de estas cintas, la historia tiene un giro argumental ridículo y ver a Bond escapar de un gigantesco rayo solar con una tabla de surf improvisada es algo digno de las secuencias más descabelladas de las cintas protagonizadas por Roger Moore, por no hablar del auto invisible. La cinta se estrenó cuando Dr. No (1962) cumplía 40 años de haberse estrenado y, por lo tanto, la cinta está plagada de secuencias, diálogos y situaciones que pretendían homenajear al resto de las cintas de la serie pero tanto homenaje terminan por ser distractores que lo "sacan" a uno de la historia.
El personaje de Jinx esta pensado como un Bond femenino, pero la actuación de la Berry es pésima llegando a la sobreactuación constantemente. Me parece mejor delineado y más realista el personaje de Miranda Frost (la actriz Rosamund Pike), pero queda relegado con poco tiempo en pantalla. Y, a diferencia de la cinta anterior, ni el tema de Madonna se salva.
La era Brosnan había terminado por agotamiento de fórmula y malos guiones. Había llegado el momento de una nueva reinvención.
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