México, D. F. Palacio de los Deportes. Lunes 06 de Agosto, 2012. 20:00 hrs.
La mastodóntica y largamente anticipada gira de Metallica
llegó a México en días pasados y un servidor fui partícipe en el concierto
número 6 que la banda ofreció en el Palacio de los Deportes de la capital.
Estos fueron los acontecimientos como los percibí esa noche de lunes en la Gran
Tenochtitlán.
Los Metallica anunciaron los conciertos que darían en nuestro país con el pomposo nombre de "El Arsenal Completo" el cual estarían descargando durante ocho fechas programadas ante la entusiasta venta de boletos que, en cada fecha que abrían, se terminaban a las pocas horas de ponerse a la venta. Los Metallica han sido demeritados por una legión de metaleros de hueso colorado (inclusive en estos dominios) pero lo que es innegable es su trascendencia y legado en la historia del Metal al grado de ser referente obligado para el estudioso que busca comprender el género.
Así pues, hacía su arribo un servidor al lugar de la descarga unos minutos antes de las 20:00 hrs. El Palacio aún mostraba el área de la gradas, en su mayor parte, un vacío considerable pero en la sección de pista ya se hacía notar una cantidad respetable de seguidores. Me han comentado y he escuchado y leído que en estos conciertos hay mucho "poser", algunos que acuden para conocer cómo demonios es un concierto de Metal con todas sus normas. No me canso de afirmar que después de sus primeros trabajos, la banda eligió el camino de la popularidad atrayendo mucho despistado hacía sus dominios. Supongo que, para el escucha ocasional, el nombre Metallica tal vez evoque todo lo que el Metal debería de ser.
Sin embargo en esta ocasión no me pareció así, al menos en la parte en la que yo me encontraba. Había un gusto y cierta ilusión por ver a la banda, sobre todo en los rostros mas jóvenes. Gente de unos 20 a 35 años aproximadamente, uno que otro padre de familia con sus hijos, pero en general banda rockera que venia a ver a Metallica y no al concierto en turno. Así me encontraba clasificando al público cuando a eso de las 20:30 las luces se apagaron e hicieron su aparición Voltax, banda originaria del D. F. con un estilo cercano al de los argentinos Rata Blanca. O al menos así me pareció ya que los Voltax sufrieron de un sonido terrible, propio de los grupos abridores en estos eventos y la verdad que no pude apreciar sus rolas como debería. Va una imagen de los defeños.
La batería sonó bien y en general, parece ser que son buenos instrumentistas pero al vocalista no se le entendía nada, ni cuando hablaba entre canciones por lo pobre del sonido, aunado a que la acústica del Palacio siempre ha sido cuestionada. Aunque el aforo nació para albergar eventos deportivos por lo que es natural que la acústica del lugar no haya sido considerada al momento de su gestación.
Los Voltax fueron bien tratados por el público, pero solo estuvieron una media hora en el escenario así que a eso de las 21:00 hrs. se retiraron dando paso al equipo técnico de Metallica que comenzó a realizar ajustes de luz y sonido.Unos iluminadores subieron a la parte de arriba del escenario (que se encontraba en medio del recinto) y ahí se instalaron cómodamente en sillas aéreas desde las cuales dirigirían aspectos técnicos del show.
Pero los Metallica se tardaron un poco más de ¡una hora en aparecer! Según me habían comentado por gente que ya había asistido al concierto, éste comenzaba a temprana hora así que escapan a mi comprensión los motivos de tanta demora en la que la gente comenzaba a hacer patente su desesperación. La gente de las gradas se entretenía haciendo "la ola" pero los de pista la disfrutábamos hasta que minutos antes de las 22:00 hrs. las luces se apagaron ante los gritos de emoción de los que ahí estábamos y se escucharon las inmortales notas de "The ecstasy of gold" de Ennio Morricone para el clásico de Sergio Leone, El Bueno, El Malo y El Feo.
Acto seguido, apareció por fin Metallica (James Hetfield, guitarra y voz; Kirk Hammet, guitarra; Robert Trujillo, bajo y Lars Ulrich, batería) con "Creeping Death". El sonido mejoró considerablemente con las estrellas de la noche, pero me impresionó aún más lo majestuoso que suena el grito de "Die" de la parte media de la canción en el Palacio, el cual fue coreado por miles de gargantas a una sola voz. Inolvidable. Acto seguido, descargaron "For Whom the Bell Tolls", una de las más grandes obras del cuarteto y que me había quedado con ganas de escuchar la primera ocasión que había ido a verlos. Después vino "Fuel" del disco Re-Load que no me gusta. Ni la canción ni el disco, pero que a James Hetfield (el cantante) le "prende". O al menos eso dice. Ni modo, aunque ya me esperaba algo así.
Siguieron con "Ride the Lightning" en la que, de la parte superior se desplegó una enorme silla eléctrica en clara alusión a la portada del disco que contiene la canción
Al finalizar la rola, los músicos bajaron del escenario para dar lugar a la acostumbrada pirotecnia que antecede a "One", una de las mejores y más representativas de Metallica. La novedad fueron unos lienzos que se desplegaron de la parte superior del escenario y en los que se proyectaron las siluetas de soldados marchando hacia la guerra. Hacía la parte final de la canción, los rostros de los soldados eran de calavera. "One" fue de lo mejor de la noche, y la canción fue debidamente "vestida" para la ocasión.
Tocaron "Cyanide" de su más reciente trabajo "Death Magnetic". Hetfield declaró que la banda está "especialmente orgullosa de ese trabajo". Yo considero que dicho material contiene dos, máximos tres rolas buenas y "Cyanide" no es una de ellas. Pero es lo que hay y hay que aguantarse. Siguieron con "The Memory Remains" de "Re-Load" otra vez ¿mencioné que no me gusta ese disco? aunque el coro de la canción suena bien coreado por miles de gargantas, siendo justos.
El celebrado "disco negro" hizo su aparición con "Wherever I May Roam" y la obligada "Sad But True" con la favorable respuesta del público, lo que hizo evidente la enorme cantidad de seguidores que tiene la banda desde la publicación del mencionado disco. Tal vez sí había algún que otro "poser" en el lugar. De ahí siguió la excelsa "Welcome Home (Sanitarium)", una de mis rolas preferidas no únicamente de Metallica, sino de todos los tiempos y, al igual que "One", fue vestida para la ocasión nuevamente con los lienzos de la parte superior de escenario proyectando esta vez imágenes de un sujeto encerrado en una celda acolchada con una camisa de fuerza, que irremediablemente recordaba a la portada del "Piece of Mind" de Iron Maiden.
Durante la interpretación de "And Justice For All", unos técnicos construyeron una colosal estatua de la Dama Justicia similar a la que aparece en la portada de ese disco. La figura lucía espectacular y le confirió un toque especial a la canción y, hacia el final de la misma, la Justicia se derrumbó en varios pedazos ante el sonoro aplauso de la gente.
Un momento especial fue la interpretación de "Fade to Black", una de las mejores canciones de la banda que la raza coreó completa y en la que sentí una intensa sacudida por toda la espina dorsal. Y por si eso no fuera suficiente, que nos sueltan casi como a lo tonto los primeros acordes de "Master of Puppets"... ¡uff!
Creo que sí estaban soltando "El Arsenal Completo", durante la interpretación de "Master" una serie de cruces surgieron del piso del escenario, convirtiéndose así en una especie de panteón sobre la tarima. Por si eso no bastase, siguieron con "Battery" que por cierto, fue coreada por un reducido sector del respetable, los más veteranos y conocedores de la banda. Aminoraron un poco con "Nothing Else Matters" después de un pequeño solo de guitarra de Kirk Hammet. "Matters" fue coreada por todas las personas ahí presentes y su solo se fundió con los primeros acordes de "Enter Sandman" como ha venido siendo habitual en las presentaciones de Metallica.
Hacia el final de "Sandman", hubo pirotecnia que estalló a destiempo ante la extrañada mirada de los integrantes de la banda, accidentes con un técnico de las luces que resultó quemado por la flama del espectáculo, confusión, oscuridad... pero todo parte del show en que la banda sorprendió a unos cuantos. Lo cierto es que dichos momentos se notaba que fueron preparados de antemano. El escenario pareció "desarmarse" saliendo nuevamente la silla eléctrica de "Lightning", los lienzos, los restos de la Justicia aún presentes desperdigados por el suelo, el equipo de luces desprolijo (el cual se encontraba sujeto a unas estructuras con forma de ataúd). Hetfield pidió luces de emergencia a los técnicos y la banda tocó el primer encore: "Blitzkrieg", cover de la banda del mismo nombre y una de las favoritas de Lars Ulrich. Tengo entendido que es una de las pocas canciones que Metallica cambia en el set-list noche a noche.
El segundo encore y el final definitivo del show vino como siempre, con "Seek & Destroy", clásica y única canción del disco debut de la banda "Kill'em All" interpretada en el concierto. Durante la rola, apareció en medio del escenario un enorme escusado con la leyenda "Metal Up Your Ass" que es como originalmente se iba a llamar el referido disco. También, durante la canción, unas enormes pelotas de hule negras con el logo de la banda cayeron del techo del recinto y con las que el público se divirtió jugando con ellas y lanzándolas por todo el lugar. Aquello era una auténtica fiesta y digno epitafio para una noche de rolas clásicas (en su mayoría) de Metallica en la Gran Tenochtitlán. Un set-list completo, variado y atractivo para todos los gustos de las diferentes etapas por las que ha atravesado la banda en sus treinta años de historia.
Si acaso queda el comentario de que tal vez "vistieron" un pelo de más a las canciones, siendo que muchas de ellas son grandiosas por sí mismas y realmente no necesitan de este espectáculo tipo U2 para venderlas. Quizás la banda te guste más o menos, ámalos u ódialos, estos son Metallica al día de hoy y como señalé, su lugar en la historia del Metal es innegable y nos dieron un buena noche metalera para recordar.
METAL UP YOUR ASS!
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