Conan El Bárbaro: Toda una personalidad

El cine se ha servido en incontables ocasiones del mundo de la literatura para realizar adaptaciones no del todo acertadas y hasta, en ocasiones, alterando situaciones, nombres, lugares, circunstancias, diálogos, propósitos o personalidades que ya en la fuente original se encontraban establecidos.

Dichas modificaciones obedecen, en ocasiones, a cuestiones de presupuestos o porque lo que funciona en papel en la pantalla no da resultado por tratarse de lenguajes completamente distintos. Tal es el caso de la personalidad del personaje (valga la "rebuznancia") creado por la pluma de Robert E. Howard e inmortalizado por los trazos de Frank Frazetta, Barry Windsor-Smith entre muchos otros, Conan el Barbaro en sus incursiones cinematográficas.

La primera de dichas incursiones data de 1982 en la cinta dirigida por Jhon Milius y protagonizada por Arnold Schwarzenegger llamada, así mismo, Conan El Bárbaro. Se trata de una cinta oscura, violenta y maneja un tono adulto y fuerte carga sexual para una historia de hechicería y espadas.

En ella, atestiguamos como un joven niño Conan es arrancado de su pueblo natal por una horda de invasores que asesinan a sus padres y lo toman cautivo junto con los otros niños del pueblo. Conan crece alimentando su sed de venganza contra aquellos invasores que resultan ser una secta adoradora de serpientes. Creo que en esta primera cinta del Cimmeriano, la ambientación y las locaciones (en el norte de Europa) son estupendas y le confieren un tono peculiar a la película por no hablar de la excelente música de Basil Poledouris.

Por contra, la personalidad del Bárbaro se ve diluida ya que se le retrata como un bruto que solo sabe pelear y no tiene mas de cinco minutos de dialogo en toda la cinta. No se hace mención a su inteligencia o a su profundo sentido del honor, los cuales son características señaladas constantemente en la literatura del personaje. Schwarzenegger protagonizó una película más de Conan bastante más floja que la presente un par de años mas tarde.

Luego, el personaje descansó mas de veinticinco años hasta que fue resucitado cinematográficamente este 2011 con una cinta homónima a la primera protagonizada por Jason Momoa. El Conan de Momoa es mas locuaz y habilidoso, características de las que carecía Schwarzenneger pero también su interpretación está más cercana a un rock star que a un bárbaro cimmeriano.

Por contra, esta nueva cinta pretende ser oscura y violenta como la primera, pero falla estrepitosamente. Sobre todo, por abusar de los efectos por computadora y una trama bastante endeble, pero sobre todo, por la falta de pericia de un buen director que conjugara acertadamente los diversos ingredientes que se requieren para darle el tono adecuado a una cinta de estas características. Total que Conan, el personaje, no ha conocido una adaptación a su altura. Aunque la cinta de 1982 me gusta bastante.